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Memoria de una riada 

Sociedad (diario AVUI + EL PUNT) 18/09/11 02:00 - cornellà de llobregat - Sandra Pérez

Cornellà de Llobregat recuerda con una exposición la riada que afectó a los barrios Centro, Almeda y Riera en 1971 y que afectó a más de 20.000 personas El desbordamiento del Llobregat demostró la solidaridad y la unión de los vecinos y supuso el impulso del movimiento social, reivindicativo y popular de la ciudad

Lunes, 20 de septiembre de 1971. El río Llobregat se desborda e inunda los barrios Centro, Riera y Almeda de Cornellà de Llobregat dejando a su paso decenas de viviendas destruidas y miles de vecinos afectados. Por suerte, ninguna muerte. "Era muy dramático, todo a oscuras mientras el agua avanzaba y lo cubría todo", comenta Ramón Rull, comisario de la exposición La memoria del barro, la riada de 1971, que se inaugura este martes en el castillo de Cornellà. Cuarenta años después de las inundaciones, que marcaron un antes y un después en Cornellà de Llobregat, la ciudad rememora el momento en que los vecinos salieron a la calle para ayudar y limpiar primero, y para reclamar la canalización del río Llobregat después.

A las seis de la tarde, el agua comenzó a inundar los campos del barrio de la Riera. A las ocho, la policía que debía avisar a los vecinos del riesgo de inundaciones tuvo que dar marcha atrás porque ya no podía llegar a la zona afectada. Entre las nueve y las diez de la noche, el agua superaba los 80 kilómetros por hora y llegó, en algunos puntos, los dos metros de altura. Los vecinos abandonaban los bajos y, en busca de refugio en casa de otros vecinos o sobre los tejados, esperaron la luz del sol. "Por la mañana, la situación era catastrófica: barro por todas partes, casas destruidas por el agua, coches destrozados y la gente, desesperada", recuerda Benigno Martínez, de 65 años, testigo directo de los efectos de la riada y una de las personas que, a pesar de no vivir en los barrios afectados, ayudó a sacar barro y se manifestó ante el Ayuntamiento para denunciar el desamparo de las víctimas y reclamar ayuda. De hecho, horas después de la catástrofe, los vecinos de Almeda ya se concentraban para pedir soluciones. Martínez, que ahora es responsable de Acción Social de CCOO en Cornellà, formaba parte de las Comisiones de Barrios y Fábricas, un movimiento sociopolítico y sindical clandestino-las inundaciones se produjeron en pleno franquismo que, desde el primer momento, vertió a socorrer a las víctimas, como hicieron otros movimientos populares y obreros. "Éramos muchos. Recuerdo, por ejemplo, trabajadores de fábricas como la Siemens retirando barro y objetos. Como yo, otros, dejaron de trabajar unos días ", dice Martínez. La riada dio un impulso al incipiente movimiento reivindicativo y social de Cornellà. Sólo un ejemplo: la exposición recoge las 3.000 firmas, con nombres y apellidos, que recogieron los vecinos de los barrios afectados en plena dictadura para reclamar la canalización del río. Después de años de reivindicación, a finales de 1975 comenzaron las obras.

De la riada, Rull recuerda-(vivía en la parte afectada)-como el agua se lo llevó "todo" y dejó muchas familias sin casa (6.300 viviendas se vieron afectados) y sin recuerdos, en muchos casos, porque desaparecer fotografías y todo tipo de objetos personales. Los afectados tuvieron que dormir, primero, en escuelas públicas como la de San Ildefonso y después, en barracones. La reconstrucción duró meses. Martínez guarda dos imágenes de la riada: la embarcación de la Guardia Civil que recorría las calles de la zona afectada y el coche empotrado en la calle Rubió i Ors.

La exposición recorre en dos partes ya través de fotografías, recortes de prensa, documentos oficiales y paneles con información "muy gráfica"-como la define Rull-, el antes y el después de la riada. El comisario de la muestra, que ya hizo una primera exposición en Almeda, intenta ofrecer al visitante las claves de la riada y pone sobre la mesa puntos como la construcción de una autopista que unía Martorell y Barcelona como una de las causas de la catástrofe que se empequeñeció el espacio natural del río.

La muestra incluye unas 200 fotografías de la riada. El Ayuntamiento ha rascado, por primera vez, en la memoria y el archivo personal de los vecinos de Cornellà para conseguir más imágenes y ha tenido una buena respuesta: una decena de personas han participado. La exposición, impulsada por el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, pretende ser un homenaje a las personas que voluntariamente ayudaron a los vecinos afectados e impulsaron el tejido reivindicativo y asociativo de la ciudad a partir de una demanda unitaria: la canalización del río. La muestra Martes, 20 de septiembre, a las siete y media de la tarde se inaugura en el castillo la exposición Memoria del Barro, la riada de 1971. En la exposición, dirigida por Ramón Rull, han colaborado los vecinos de Cornellà.